La Argentina logró un hito histórico para su acuicultura: por primera vez, se habilitaron mercados internacionales para la exportación de ovas embrionadas de trucha arcoíris producidas en el país. El acceso incluye a Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, naciones que conforman la Comunidad Andina de Naciones (CAN).
La Secretaría General de la CAN oficializó la apertura a través de la Resolución 2530, que establece los requisitos sanitarios que deberán cumplir los envíos desde nuestro país. Este paso fue posible gracias al trabajo conjunto del Senasa, la Secretaría de Agricultura y el Ministerio de Relaciones Exteriores, junto con el acompañamiento del sector privado.
Un impulso para los productores patagónicos
El logro representa un fuerte incentivo para los criadores de salmónidos de Neuquén y Río Negro, donde se concentra la producción nacional. La zona productiva de la cuenca alta y media del río Limay cuenta con reconocimiento internacional: el Senasa la autodeclaró ante la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) como libre de enfermedades de notificación obligatoria que afectan a los salmónidos.
Este estatus sanitario garantiza un sistema de producción sin el uso de antimicrobianos ni vacunas, lo que posiciona a la trucha arcoíris argentina y a su material genético como un producto premium en el mercado mundial.
El camino hacia la apertura
Durante 2024 y 2025, se desarrollaron intensas gestiones que incluyeron intercambio de documentación sanitaria con la CAN y una auditoría presencial en establecimientos productores realizada en junio de este año.
Además de ampliar oportunidades comerciales, la cercanía geográfica con los países andinos reduce los costos logísticos, aumentando la competitividad de los envíos.