La ciudad de San Carlos de Bariloche afronta la temporada de verano con altas expectativas turísticas, impulsada por la diversidad de actividades al aire libre, el crecimiento del turismo nacional e internacional y una agenda cultural que promete atraer a miles de visitantes.
Con la llegada del verano, Bariloche vuelve a posicionarse como uno de los destinos más elegidos de la Patagonia argentina. Tradicionalmente asociada al turismo invernal y a la nieve, la ciudad busca consolidar su perfil estival ofreciendo propuestas que combinan naturaleza, aventura, gastronomía y descanso.
Entre las actividades más destacadas se encuentran las excursiones por el Parque Nacional Nahuel Huapi, el senderismo en cerros como el Campanario y el Catedral, los deportes acuáticos en el lago Nahuel Huapi y los recorridos por circuitos turísticos emblemáticos como el Circuito Chico. A esto se suma el crecimiento del turismo gastronómico, con la cerveza artesanal, el chocolate y la cocina patagónica como grandes protagonistas.
Desde el sector turístico local señalan que las reservas hoteleras muestran un nivel alentador para los meses de diciembre, enero y febrero, con una fuerte presencia de turistas provenientes de Buenos Aires, Córdoba y Rosario, además de visitantes de países limítrofes como Brasil y Chile. Las autoridades municipales destacan que se reforzarán los servicios y la infraestructura para garantizar una experiencia positiva tanto para turistas como para residentes.
Además, la temporada de verano incluirá festivales culturales, ferias artesanales y eventos deportivos que buscan diversificar la oferta y prolongar la estadía promedio de los visitantes. De este modo, Bariloche apuesta a un verano activo y sostenible, reafirmando su lugar como uno de los destinos turísticos más importantes del país durante todo el año.
