Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE), descartó que Bitcoin forme parte de las reservas de los bancos centrales de la Unión Europea, argumentando que estos fondos deben ser líquidos y seguros. En respuesta al interés del gobernador del banco central checo, Ales Michl, por asignar el 5% de las reservas de su país a Bitcoin, Lagarde reiteró su postura de que la criptomoneda está vinculada a actividades ilícitas y no cumple con los requisitos de seguridad.
A pesar de la oposición del BCE, el Banco Central de República Checa decidió evaluar la posibilidad de incluir Bitcoin en sus reservas, reflejando el creciente interés global en integrar criptomonedas en las economías nacionales. Países como El Salvador ya han adoptado Bitcoin como parte de su política financiera, mientras que en Europa y otras regiones sigue habiendo un fuerte debate sobre los riesgos y beneficios de esta estrategia.
La postura de Lagarde refuerza la posición conservadora del BCE frente a la innovación financiera, pero el tema sigue abierto a discusión en un mundo donde cada vez más naciones buscan diversificar sus reservas con activos digitales.
