La sostenibilidad del negocio sojero en Brasil se fortalece con la expansión del biodiésel y una política pública que prioriza el valor agregado en origen. Según el USDA, la superficie de soja crecerá 3% en 2025/26 y la molienda alcanzará un récord histórico impulsada por el mandato B15, con perspectivas de avanzar al B16 en 2026.
La política de promoción del biodiésel en Brasil se consolida como un pilar clave para garantizar la sostenibilidad del negocio sojero y reforzar la autosuficiencia energética del país. La decisión del gobierno de elevar a 15% (B15) el corte obligatorio de biodiésel a partir de este año y la posibilidad de avanzar al B16 en marzo de 2026— está reconfigurando la dinámica productiva del complejo soja.
Según la oficina del USDA en Brasil, la superficie destinada a la oleaginosa para la campaña 2025/26 aumentará un 3% respecto del ciclo previo, alcanzando las 49,1 millones de hectáreas. La mayor parte del crecimiento se concentrará en los estados de Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, Goiás, Rio Grande do Sul, Paraná y en la región conocida como Matopiba (Maranhão, Tocantins, Piauí y Bahía).
Entre los factores que explican la expansión del área sobresalen la suspensión de la histórica moratoria de la soja y la firmeza de los precios internacionales, traccionados por la demanda china en un contexto de tensiones comerciales con Estados Unidos.
En materia productiva, el USDA proyecta una cosecha de 177 millones de toneladas para 2025/26, una cifra en línea con las estimaciones del organismo oficial brasileño Conab.
El motor del crecimiento: el biodiésel
El aumento del mandato B15 está impulsando una mayor industrialización local. El USDA estima que el procesamiento interno de soja en la próxima campaña alcanzará un récord de 60 millones de toneladas, por encima de los 58,0 y 55,8 millones registrados en los dos ciclos anteriores.
Este mayor volumen de molienda permitirá que la producción de aceite de soja ascienda a 12,3 millones de toneladas en 2025/26, un incremento del 4,1% respecto del ciclo 2024/25. El aceite de soja representa alrededor del 75% del biodiésel producido en Brasil, por lo que el B15 elevará el consumo interno a 7 millones de toneladas, un salto del 9,3% interanual.
Aunque Brasil seguirá exportando aceite, la oferta disponible será limitada: el USDA calcula 1,5 millones de toneladas, apenas por encima de los dos ciclos previos. Esa restricción contribuye a sostener el valor FOB del commodity.
Más harina, más exportaciones
El incremento en la molienda también impactará sobre la oferta de harina de soja, que subiría a 46,1 millones de toneladas frente a las 44,6 y 42,6 millones de campañas anteriores. De ese total, casi el 52% se destinará a exportación, con un volumen estimado de 24 millones de toneladas.
Indonesia continuará como el principal comprador, seguida por Tailandia y Europa, manteniendo los patrones comerciales habituales.
Con una combinación de política energética, demanda internacional y expansión agrícola, Brasil consolida su posición como líder global en el complejo soja y refuerza su estrategia de agregar valor dentro de sus fronteras.