La campaña agrícola 2025/26 llega con un dato clave: el maíz temprano se perfila como una opción altamente competitiva, gracias a perfiles de suelo excepcionalmente recargados, pronósticos climáticos favorables y márgenes que superan ampliamente a los de la soja.
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), existe un 60 % de probabilidad de transitar un año climáticamente neutro, lo que, sumado a un invierno inusualmente húmedo, deja como saldo perfiles de suelo cargados en gran parte de la región centro y centro-oeste. Esta condición poco frecuente abre una ventana estratégica para quienes apuesten por la siembra temprana.
Ventaja productiva del maíz temprano
Simulaciones realizadas en Villa María, Río Cuarto y Oncativo muestran que con perfiles al 100 % de recarga hídrica al momento de la siembra, el maíz temprano logra hasta 1.000–1.200 kg/ha adicionales en comparación con situaciones de baja disponibilidad. Además, estos escenarios ofrecen menor dispersión en rindes, lo que significa más estabilidad y menor riesgo de pérdidas.
Los suelos profundos y la presencia de napa freática en ciertas zonas refuerzan este potencial, permitiendo capitalizar la humedad acumulada y las lluvias proyectadas para la primavera.
Márgenes económicos: el maíz supera a la soja
En lo económico, aun en un contexto de márgenes ajustados, el maíz temprano se destaca frente a la soja:
- Zona Núcleo: 264,4 USD/ha para maíz vs. 89,3 USD/ha para soja.
- Norte de Córdoba: 165,6 USD/ha para maíz vs. 15,8 USD/ha para soja.
- Centro de Buenos Aires: 78,5 USD/ha para maíz vs. 72,3 USD/ha para soja.
La ventaja no solo se refleja en mayores rindes, sino también en la posibilidad de capturar mejores precios: hoy la brecha entre futuros de maíz temprano y tardío ronda los 6 USD/tn, a lo que se suman diferenciales de entre 3 % y 8 % en la ventana de cosecha anticipada.
Más eficiencia agronómica
Además de la rentabilidad, el maíz temprano ofrece beneficios en el manejo: menor exposición a plagas y enfermedades típicas de siembras tardías, reducción de barbechos largos hasta diciembre y mayor compatibilidad con esquemas de rotación.
El rol del maíz tardío
Aun con este escenario favorable, el maíz tardío seguirá siendo la estrategia predominante en la agricultura argentina por su flexibilidad y su capacidad de aprovechar lluvias estivales. Sin embargo, el ciclo 2025/26 no es uno más: la recarga hídrica inicial otorga al temprano una competitividad inusual que lo convierte en una herramienta estratégica.
Claves de la campaña 2025/26
- Más rinde y menos riesgo: perfiles cargados aseguran hasta 1.200 kg/ha adicionales.
- Mejores precios: chance de capturar diferenciales en la cosecha temprana.
- Eficiencia agronómica: menos presión de plagas, menor exposición y rotaciones más equilibradas.
En síntesis, esta campaña ofrece una oportunidad única: mientras el maíz tardío mantiene su papel central, el maíz temprano se reposiciona con fuerza y emerge como la alternativa que podría marcar la diferencia en márgenes y estabilidad productiva para los productores.