Rindes excepcionales, récord de entregas en puertos y una logística saturada marcan el inicio de una campaña histórica. Aun así, el precio del trigo cae al nivel más bajo en ocho años y la soja suma complejidad a un sistema al límite.
La campaña comercial 2025/26 de trigo quedó oficialmente lanzada esta semana y ya promete ocupar un lugar destacado en la historia productiva argentina. El aporte de tecnología, clima favorable y manejos eficientes está dejando rindes extraordinarios a medida que avanza la cosecha. En la Región Núcleo, GEA-BCR proyecta un promedio de 60 qq/ha, una marca que en casi seis décadas de registros oficiales solo se había superado en el 0,02% de los casos.
Los testimonios relevados en el campo muestran lotes que incluso superan los 100 qq/ha, una cifra impensada hasta hace pocos años. Para dimensionar el fenómeno, el máximo rendimiento histórico registrado por SAGyP —71,86 qq/ha en 2009/10 en el partido de Monte— podría quedar ampliamente relegado frente al desempeño actual.
Con un 47% de avance nacional, la cosecha ya impacta de lleno en el sistema logístico. En noviembre, las descargas de trigo en los puertos del Gran Rosario alcanzaron 1,98 millones de toneladas, el doble del promedio del último quinquenio y 80% por encima de la media de la última década. A esto se suma un fuerte ingreso de soja, que aporta otras 2,7 Mt y supera todos los ritmos recientes.
La consecuencia directa es una fuerte presión sobre los precios. El trigo disponible cayó de un promedio de US$ 182/t a mínimos de US$ 161/t, estabilizándose entre US$ 165 y US$ 171/t. En términos reales, la pizarra de Rosario se ubica en su nivel más bajo desde diciembre de 2017.