Un estudio conjunto de la Red de Manejo de Plagas (REM) de Aapresid y la Facultad de Agronomía de la UNR confirmó que especies como vicia, nabo y carinata favorecen la presencia de enemigos naturales de las plagas, fortaleciendo el control biológico y la biodiversidad funcional en los sistemas agrícolas de Santa Fe y Entre Ríos.
La simplificación de los sistemas agrícolas ha sido una de las principales causas del desequilibrio ecológico en los agroecosistemas. Frente a este desafío, los cultivos de servicios (CS) se consolidan como una herramienta clave para potenciar la biodiversidad funcional, mejorar la salud del suelo y favorecer el control natural de plagas, además de sus ya conocidos beneficios en la polinización y la competencia con malezas.
Con el objetivo de medir su impacto sobre los enemigos naturales de las plagas, la Red de Manejo de Plagas (REM) de Aapresid, junto a los investigadores Celina Fernández y Eduardo Punschke de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNR, realizó relevamientos en lotes de Santa Fe y Entre Ríos, dentro de la Red de Cultivos de Servicios de Aapresid.
El trabajo evaluó la diversidad, riqueza y abundancia de artrópodos benéficos —predadores, parasitoides y detritívoros— en distintos cultivos de servicios, comparándolos con lotes en barbecho. Los resultados fueron contundentes: se registraron más de 8.000 artrópodos, con una presencia significativamente mayor de detritívoros y predadores en los cultivos de servicios.
Especies que potencian los enemigos naturales
Las brasicáceas y leguminosas con floraciones ricas en néctar y polen, como nabo, carinata y vicia, mostraron mayor abundancia y diversidad de predadores y parasitoides naturales. Entre ellos se destacan:
- La chinche pirata (Orius sp.), que controla trips, pulgones y arañuelas.
- El hemíptero Geocoris sp., que se alimenta de larvas y desoves de lepidópteros.
- Las arañas del follaje (Thomysidae), aliadas en el control de isocas y pulgones.
- Avispas parasitoides de las familias Aphidinae y Platygastridae, esenciales en el control temprano de chinches.
Por su parte, las gramíneas mostraron una mayor concentración de predadores del suelo, como los escarabajos G. collaris y Lebia sp., que cumplen un rol clave en el control de isocas cortadoras y otros coleópteros.
Más vida en el suelo
La abundancia de artrópodos detritívoros —como escarabajos estercoleros y quilópodos— también evidenció el aporte de materia orgánica y la mejora en los procesos de descomposición y reciclado de nutrientes, reforzando la función ecológica de los cultivos de servicios.
Menos plagas, más equilibrio
Aunque se detectaron algunos insectos fitófagos como chinches en lotes con vicia y brasicáceas, los investigadores destacaron que estos ambientes también albergan altas poblaciones de enemigos naturales, capaces de mantener bajo control las poblaciones de plagas desde etapas tempranas.
Los resultados preliminares marcan un rumbo claro: incorporar la biodiversidad funcional como herramienta de manejo, aprovechando el potencial de los cultivos de servicios para construir sistemas agrícolas más equilibrados, resilientes y sustentables.
