La cuarta edición del Congreso Internacional del Maíz tuvo en Rosario una de sus charlas más esperadas por el sector: “¿Cuánto hacemos por nuestro suelo?”. En la Sala Syngenta, especialistas y referentes coincidieron en que el futuro de la productividad está directamente ligado al cuidado del recurso más valioso: la tierra.
El panel estuvo moderado por Ignacio Mántaras, Secretario de Agricultura y Ganadería de Santa Fe, y contó con la participación de Mario Pérez Bidegain, investigador de INIA Uruguay, y Luciano Ascheri, asesor CREA. Ambos pusieron sobre la mesa estadísticas, experiencias y alertas sobre el estado actual de los suelos en la región.
La experiencia uruguaya: cuando la política pública marca la diferencia
Pérez Bidegain repasó cómo Uruguay, tras décadas de erosión hídrica y pérdida de nutrientes, logró implementar un Plan de Uso y Manejo Responsable del Suelo, que hoy regula 1,8 millones de hectáreas con la participación de más de mil ingenieros agrónomos.
“El suelo es un recurso natural no renovable. Gracias a la decisión política, logramos reducir en un 50% la erosión y ahora buscamos incorporar la evolución del carbono orgánico en las rotaciones”, explicó el especialista.
El diagnóstico en Santa Fe: productividad en riesgo
Desde el sur santafesino, Luciano Ascheri mostró datos que preocupan. Si bien en las últimas décadas los rindes crecieron en promedio 260 kilos por año gracias a genética, fertilización y siembra directa, el balance de nutrientes es negativo.
“Los lotes de maíz se llevan, campaña tras campaña, 8 kilos de fósforo y casi 3 de azufre. Eso significa que estamos degradando químicamente los suelos y comprometiendo la sustentabilidad de los rendimientos”, advirtió.
Un desafío regional y global
El panel dejó una conclusión clara: no hay productividad sustentable sin suelos sanos. La erosión, la pérdida de nutrientes y la falta de políticas de manejo a largo plazo son desafíos que atraviesan a toda la región productiva, desde Uruguay hasta la pampa argentina.