El Banco Mundial publicó esta semana su informe actualizado sobre perspectivas económicas globales y sorprendió con una proyección alentadora para Argentina: estima que el país crecerá un 5% en 2025, consolidándose como una de las economías con mejor desempeño de la región.
Según el organismo, este crecimiento estará impulsado principalmente por tres factores clave: el avance del sector energético, particularmente a partir del desarrollo de Vaca Muerta; el buen rendimiento de la agricultura y la agroindustria, favorecidos por mejoras climáticas y precios internacionales; y una política fiscal más austera, centrada en el objetivo de déficit cero que sostiene el gobierno de Javier Milei.
El crecimiento de la economía argentina en 2025 también se verá potenciado por la mayor apertura al mercado internacional, la eliminación de restricciones cambiarias y un entorno de inversión más estable. Estas reformas estructurales han sido valoradas por analistas y organismos multilaterales como pasos fundamentales hacia una recuperación sostenible.
No obstante, el Banco Mundial advierte sobre riesgos externos: la volatilidad financiera global, la guerra comercial entre potencias, y los efectos persistentes de la inflación podrían impactar el escenario local. Aun así, Argentina aparece como un caso de «recuperación en marcha», gracias a un programa económico que combina estabilidad macro con incentivos productivos.
El informe también resalta que, si el país logra sostener este ritmo de crecimiento, podría reducir significativamente los niveles de pobreza y mejorar su perfil crediticio en los mercados internacionales. Una noticia esperanzadora en un contexto global aún desafiante.