El 2024 fue un año destacado para el carry trade en Argentina, donde invertir en pesos buscando rendimientos en dólares demostró ser una estrategia efectiva, a pesar de la volatilidad cambiaria.
El Bonte 2026 (TO26), un bono en pesos con tasa fija del 15,50% anual y vencimiento en 2026, lideró las ganancias con un rendimiento del 176% en dólares. Según GMA Capital, este bono fue el único activo que superó la inflación medida por el CER.
Además, el plazo fijo UVA y los bonos indexados ofrecieron rendimientos competitivos, con retornos de más del 130% en dólares, impulsados por la apreciación real del peso. El dólar «contado con liqui» subió solo 22% nominal, pero cayó 38% en términos reales, marcando el mayor fortalecimiento del peso desde 1990.
Este contexto permitió la reconstrucción de la curva en pesos, con alta demanda por bonos de tasa fija y CER. Sin embargo, GMA advierte sobre desafíos futuros, como el bajo tipo de cambio real y el impacto de la recuperación salarial en la competitividad.