El financiamiento otorgado por los Proveedores No Financieros de Crédito creció con fuerza entre 2024 y 2025 y hoy llega a 11,2 millones de personas. Sin embargo, el avance de la morosidad encendió alertas: en un año se duplicó y superó ampliamente a la banca tradicional.
El crédito alternativo crece, pero también las deudas impagas
El mercado de crédito no bancario consolidó un fuerte crecimiento en el último año y se transformó en una fuente clave de financiamiento para millones de argentinos. Según datos del Banco Central (BCRA), 11,2 millones de personas recibieron asistencia de proveedores no financieros en julio de 2025, un 34% más que un año atrás.
En términos reales, el monto total prestado alcanzó los $11 billones, lo que implica un aumento del 84% en ese período, descontada la inflación.
Este universo está compuesto por fintech (35%), cadenas de venta de electrodomésticos (7%), empresas de leasing y factoring (4%), otras cadenas comerciales (2,5%), cooperativas y mutuales (2,5%) y otros prestadores (49%). Las fintech fueron el segmento de mayor dinamismo, con un incremento del 31% en su saldo de cartera durante el primer semestre.
Del total de usuarios, 5 millones son deudores exclusivos del sistema no bancario, sin vínculo crediticio con bancos. Esa cifra equivale al 35% del total de personas con deudas bancarias, y refleja el rol del sector en la inclusión financiera, especialmente entre quienes no encuentran margen en la banca tradicional.
La mayor parte del financiamiento se concentra en tarjetas de crédito no bancarias (52%) y préstamos personales (36%), los dos rubros donde se da la competencia más directa con bancos. Entre enero de 2024 y julio de 2025, los bancos crecieron más en préstamos personales (277% vs. 176% de los no bancarios), aunque en tarjetas ocurrió lo contrario: los proveedores no financieros avanzaron 90%, frente al 65% de la banca.
La deuda promedio en este sector fue de $985.000, con un crecimiento del 6% en el primer semestre, por debajo de la inflación.
La morosidad se dispara y supera a la banca tradicional
El dato más preocupante del informe es la suba de la morosidad. En julio de 2025, la irregularidad total de los proveedores no financieros llegó al 16,2%, el doble que un año antes y muy por encima de los niveles bancarios.
El segmento de venta de electrodomésticos encabezó el deterioro, con una irregularidad del 27% (+12 puntos interanuales).
Le siguieron las fintech, con 18% (+8 p.p.), y otros prestadores, con 15,8% (+8 p.p.). Las cooperativas y mutuales registraron 10,4%, mientras que otras cadenas comerciales alcanzaron 9,8%. El sector de leasing y factoring, orientado a empresas, mostró la menor irregularidad: 4,7%.
En la banca tradicional, la morosidad de créditos a familias también subió: de 2,7% a 5,6% entre enero y julio de 2025, y hasta 7,3% en septiembre, triplicando su nivel interanual. En tarjetas, el índice pasó de 5,6% a 10,8%, y en préstamos personales, de 12,1% a 20%.
Un dato llamativo es que los deudores compartidos —quienes tienen obligaciones tanto con bancos como con prestadores no financieros— muestran un mejor comportamiento en el sistema bancario: 8,6% de irregularidad contra 15% en el crédito no bancario. Según el BCRA, esto podría responder a mejores mecanismos de cobro de los bancos, como el débito directo, que las fintech perdieron por regulación y que podría restituirse. También influirían los incentivos: los clientes priorizan el pago de deudas bancarias para no perder acceso a tasas más bajas.
