El renacer del campo: auge del turismo rural en Entre Ríos

Entre ríos y llanuras infinitas, la provincia argentina de Entre Ríos se posiciona como uno de los destinos emergentes del turismo rural. Con estancias centenarias, sabores caseros y un contacto directo con la naturaleza, cada vez más visitantes eligen cambiar el bullicio urbano por la tranquilidad del campo entrerriano. Esta tendencia no solo reactiva la economía local, sino que también rescata tradiciones y modos de vida casi olvidados.

Una experiencia auténtica y cercana
Desde hace algunos años, el turismo rural ha dejado de ser una curiosidad para convertirse en una opción firme dentro del mapa turístico argentino. En Entre Ríos, este fenómeno se ve reflejado en el creciente número de visitantes que optan por estancias, granjas educativas, cabañas rústicas y actividades agroecológicas.

“Tenemos turistas que vienen de Buenos Aires, Rosario y hasta de Uruguay, buscando pasar unos días en contacto con la tierra, los animales y nuestras costumbres”, cuenta Norma González, dueña de una estancia familiar en las afueras de Colón. “Muchos nunca habían ordeñado una vaca o cosechado verduras. Acá aprenden, se relajan y comen como en casa”.

Paisajes, tradiciones y gastronomía
Entre Ríos ofrece una combinación irresistible: paisajes suaves y verdes, una cultura rural viva, y una gastronomía casera que enamora. Las propuestas van desde cabalgatas al atardecer hasta talleres de pan casero o visitas guiadas por los sembradíos de arroz y citrus.

Además, en muchas zonas se pueden visitar pequeños pueblos con fuerte identidad, donde los visitantes son recibidos con hospitalidad y mate. Las fiestas populares, como la Fiesta del Asado con Cuero en Viale o la Fiesta de la Avicultura en Crespo, son momentos ideales para conocer la cultura local en todo su esplendor.

Impulso económico y desafío sostenible
Este tipo de turismo representa una fuente de ingresos importante para muchas familias rurales, que han encontrado en el turismo una manera de diversificar sus actividades sin abandonar el campo. El gobierno provincial ha lanzado programas de apoyo y capacitación para emprendedores rurales, buscando profesionalizar la oferta sin perder su esencia.

Sin embargo, también hay desafíos. “Hay que cuidar que el crecimiento no sea a costa del medioambiente o de la autenticidad”, advierte Marcelo Ferreyra, técnico en desarrollo rural. “El visitante viene buscando lo real, no un show armado. Mantener ese equilibrio es clave para que esto no sea una moda pasajera”.

Una forma de viajar con sentido
El turismo rural en Entre Ríos no solo ofrece descanso: propone una forma distinta de mirar la vida. Lejos del estrés de la ciudad, muchos turistas redescubren el valor de lo simple, del tiempo lento y del vínculo con la tierra.

“Volvimos con ganas de tener una huerta y de comer más sano”, comenta Marina, una visitante de Paraná. “Y sobre todo, nos llevamos historias, canciones y la calidez de gente que vive con los pies en la tierra”.

Compartir