El gobierno de El Salvador estaría buscando financiamiento a través de Tether, según el economista Teo Sepúlveda. La compañía emisora de USDT, la stablecoin más grande del mundo, busca mejorar su imagen y afianzar su presencia en un país abierto a las criptomonedas, justo cuando enfrenta restricciones en la Unión Europea.
Para el gobierno de Nayib Bukele, esta relación representa una alternativa a los mercados financieros tradicionales, mientras que para Tether, trasladar su sede a El Salvador le permite fortalecer su expansión en Latinoamérica. Como parte de esta estrategia, la empresa planea construir un rascacielos de 70 pisos en San Salvador, lo que podría generar empleo.
Tether ha sido cuestionada en EE. UU. por la falta de transparencia en sus reservas, y su salida de la UE responde a nuevas regulaciones. Aun así, su CEO, Paolo Ardoino, considera que El Salvador se está convirtiendo en el «centro Fintech de Centroamérica y Sudamérica», consolidando su apuesta por el futuro de los criptoactivos en la región.