Energía limpia y equidad: líderes globales exigen que la transición no deje atrás al Sur Global

En plena Asamblea General de la ONU, referentes políticos y de organismos internacionales alzaron la voz para advertir que la transición energética mundial aún mantiene profundas desigualdades. La carta conjunta, firmada por líderes de 16 países y personalidades como Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, reclama un acceso más justo a la energía limpia, especialmente para las naciones con menor capacidad financiera.

El dato que alarma: África recibió en 2024 apenas el 2 % de la inversión energética global. De los 2 billones de dólares movilizados en el sector, solo 40.000 millones se destinaron al continente. Esa cifra, aunque duplicó la de 2020, sigue siendo mínima frente a la magnitud del desafío.

Consecuencias humanas
La misiva advierte que la falta de inversión tiene un costo directo: alrededor de 600.000 muertes anuales en África están asociadas a enfermedades respiratorias causadas por la utilización de combustibles contaminantes en la cocina. Un círculo de pobreza energética que se perpetúa junto con la degradación ambiental.

Desigualdades regionales

  • En el Sudeste Asiático, se necesitan 47.000 millones de dólares extra al año hasta 2035 para alcanzar una transición energética real.
  • Los pequeños estados insulares poseen abundante recurso solar y eólico marino, pero carecen de almacenamiento asequible y redes de conexión, lo que impide aprovechar todo su potencial.
  • En América Latina, pese a contar con algunos de los recursos renovables más abundantes del planeta, todavía se explota solo una fracción, perdiendo oportunidades para generar empleo verde y mejorar la seguridad energética regional.

Foro Global de Transiciones Energéticas
El documento destaca el rol de esta plataforma, lanzada en el Foro Económico Mundial de Davos, que busca unir gobiernos, bancos, empresas e instituciones internacionales con una meta ambiciosa: alcanzar 11 TW de energías renovables instaladas para 2030, priorizando a los países en desarrollo.

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