Un lugar que combina paisajes imponentes, turismo rural, gastronomía típica y la calidez del ser correntino para sorprender a cada visitante.
Esquina, en el sur de Corrientes, es reconocida en todo el país como uno de los puntos más importantes para la pesca deportiva con devolución. Sin embargo, quienes la visitan descubren rápidamente que este rincón del litoral argentino guarda un sinfín de atractivos que trascienden el río y las cañas.
La ciudad ha experimentado un notable crecimiento en el turismo rural y en propuestas de contacto directo con la naturaleza, como el avistaje de aves y paseos por paisajes únicos. A ello se suma una agenda de eventos durante todo el año, que permite disfrutar de Esquina en cualquier temporada.
La experiencia se completa con una gastronomía de identidad local, en la que brilla la emblemática Torta Carasucia, un verdadero ícono correntino que enorgullece a los habitantes de la ciudad. La oferta de hospedajes de calidad y la hospitalidad de su gente hacen que cada visitante se sienta parte de la comunidad desde el primer momento.
Pero Esquina también es historia, cultura y fe. La ciudad forma parte del circuito de turismo religioso de Corrientes, donde su patrona atrae a fieles de toda la provincia. Además, se destaca el recorrido urbano guiado que invita a descubrir murales realizados por artistas locales, reflejo del espíritu creativo y la idiosincrasia del lugar.
“Esquina abre sus brazos a cada viajero, invitándolos a vivir no solo sus paisajes y tradiciones, sino también la esencia del ser correntino”, expresó Orlando Ribot, Secretario de Turismo de la ciudad, en la Feria Internacional del Turismo.
Un destino que fusiona naturaleza, cultura y hospitalidad, convirtiéndose en una parada ineludible para quienes recorren el litoral argentino.
