La faena de ganado en Argentina cerró septiembre con 1,17 millones de cabezas, un volumen que representa un 3% menos que en el mismo mes de 2024 y apenas un 1% más respecto de agosto, según datos del sector. Pese a los vaivenes mensuales, el mercado cárnico argentino continúa sin mostrar una tendencia clara y acumula más de un año de señales contradictorias.
El análisis por días hábiles muestra un panorama aún más débil: el promedio de septiembre cayó 4% respecto de agosto y 8% frente al mismo mes del año pasado, ya que el noveno mes del año tuvo el máximo de jornadas laborables posibles en un período de 30 días. De este modo, se trata de la reducción interanual más pronunciada desde abril de 2024, cuando la baja había sido del 17%.
Categorías en detalle
La categoría que más retrocedió en septiembre fue la de novillos, con una caída del 12% interanual. En tanto, las vaquillonas se mantuvieron estables, mientras que vacas y novillitos disminuyeron entre 4% y 5%.
La participación de hembras se ubicó en 47,3%, un punto por encima del mismo mes del año pasado, aunque con escasa variación respecto de los niveles observados entre mayo y agosto.
Una estabilidad llamativa en 12 meses
A pesar de las oscilaciones recientes, la faena muestra una notoria estabilidad en la mirada de largo plazo. El acumulado de los últimos 12 meses se ubica en 13,9 millones de cabezas, prácticamente sin cambios respecto de los siete años anteriores: las variaciones oscilaron entre -4% y +4%, con un promedio cercano al 1%.
Este comportamiento sorprende, sobre todo porque atravesó contextos muy distintos, desde políticas oficiales dispares hasta condiciones climáticas extremas, incluyendo sequías y períodos de abundantes lluvias.
¿Qué puede pasar hacia adelante?
El sector ganadero había insinuado desde mediados de 2024 un posible cambio de fase hacia un mayor volumen de faena, pero ese proceso se diluyó en los últimos meses. La comparación con otros ciclos de crecimiento (2009, 2013, 2018 y 2023) muestra que el repunte actual se interrumpió mucho antes de alcanzar niveles similares a los picos de esos años.
Algunos analistas señalan que los recientes cambios en las políticas económicas, las señales del mercado externo, la evolución de los precios y el clima podrían estar incentivando a los productores a retener hacienda, ya sea para incrementar el peso de venta o para ampliar los rodeos de madres.
Por ahora, el rumbo de la faena argentina sigue siendo incierto, y el tiempo será el encargado de confirmar si la estabilidad dará paso a una fase de crecimiento sostenido o si persistirá la tendencia de mesetas prolongadas.