El rubro de hortalizas, tubérculos y legumbres restó 0,3 puntos al IPC gracias a la fuerte baja del tomate, mientras que el alza del limón y la banana compensó el efecto a la suba. Así, el conjunto de frutas y verduras no incidió de manera significativa en la inflación de octubre.
El comportamiento de los precios de frutas y verduras durante octubre mostró una compensación casi perfecta entre caídas y subas, lo que derivó en un impacto neutro sobre el Índice de Precios al Consumidor (IPC). De acuerdo con un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), el promedio ponderado de las seis hortalizas más comercializadas en el Mercado Central de Buenos Aires (MCBA) se desplomó un 12,4%, impulsado principalmente por la fuerte baja del tomate, que cayó 36,1% mensual.
Esta contracción permitió que el segmento de Verduras, Tubérculos y Legumbres contribuyera con una baja de 0,3 puntos en el IPC, conteniendo parcialmente el aumento del rubro Alimentos y bebidas no alcohólicas, que representa el 22% del índice general.
Sin embargo, la suba de precios en el segmento Frutas, con un incremento promedio de 25,2%, compensó la baja de las hortalizas. El limón y la banana fueron los principales responsables del alza, con aumentos del 106% y 20,7% respectivamente, mientras que la manzana fue la única fruta que se abarató, con una baja del 10,6%.
En conjunto, las frutas aportaron una presión inflacionaria del 0,3% sobre el IPC de octubre, lo que neutralizó el efecto bajista del grupo de hortalizas. Así, el balance final fue una incidencia prácticamente neutra del conjunto de frutas y verduras en el índice general.
