Google ha dado un paso más hacia el futuro con la presentación de su nuevo procesador cuántico, Willow, capaz de resolver en minutos problemas que los ordenadores actuales tardarían millones de años en solucionar. Este avance tecnológico, que parece sacado de una película de ciencia ficción, podría abrir la puerta a confirmar teorías tan fascinantes como la existencia de universos paralelos.
El poder del chip Willow y su conexión con el multiverso
Hartmut Neven, fundador de Google Quantum AI, dejó boquiabierto al mundo al sugerir que el rendimiento de Willow podría estar relacionado con la existencia de múltiples universos. Según Neven, la capacidad de cálculo del chip “da credibilidad a la idea de que la computación cuántica ocurre en muchos universos paralelos”.
Esta afirmación se basa en la interpretación de muchos mundos de la mecánica cuántica, propuesta en los años 80 por el físico David Deutsch. Según esta teoría, cada medición cuántica no genera un único resultado, sino que el universo se divide en múltiples versiones, una para cada posibilidad. En este contexto, los ordenadores cuánticos como Willow aprovecharían recursos computacionales de esos universos alternativos para realizar cálculos de manera más eficiente.
Willow, por ejemplo, resolvió en menos de cinco minutos un problema que habría tomado 10 septillones de años con superordenadores convencionales, un tiempo que supera incluso la edad del universo, estimada en 13.800 millones de años.
Dudas y escepticismo en la comunidad científica
Aunque la idea de que Willow aproveche el multiverso es fascinante, no todos los expertos están convencidos. Científicos como Sabine Hossenfelder consideran que el rendimiento del chip podría explicarse mediante otras teorías de la mecánica cuántica, como la interpretación de Copenhague o modelos basados en variables ocultas.
Además, los escépticos cuestionan la objetividad de las pruebas realizadas por Google, ya que estas se basan en un sistema de evaluación diseñado por la propia empresa. Por ahora, no hay pruebas concluyentes de que “versiones paralelas de nosotros mismos” estén colaborando en los cálculos de Willow.
Más allá de la teoría: avances prácticos de Willow
Independientemente del debate sobre el multiverso, Willow representa un avance significativo en la computación cuántica. Uno de los mayores desafíos en este campo ha sido la alta tasa de errores debido a la sensibilidad de los sistemas cuánticos a las perturbaciones externas. Con Willow, Google ha logrado una mayor estabilidad, acercándose a la creación de computadoras cuánticas prácticas y confiables.
Sundar Pichai, CEO de Google, destacó que este desarrollo forma parte de un ambicioso plan para hacer que la computación cuántica sea útil en aplicaciones del mundo real. Entre las áreas que podrían beneficiarse de esta tecnología se encuentran el diseño de fármacos, la creación de nuevas fuentes de energía y la optimización de baterías.
Una carrera global por la supremacía cuántica
El lanzamiento de Willow llega en un contexto de intensa competencia entre Estados Unidos y China por dominar la computación cuántica. En los últimos cinco años, las inversiones combinadas del sector público y privado han superado los 20.000 millones de dólares a nivel mundial.
Además, el avance en esta tecnología ha llevado a Estados Unidos a imponer restricciones a la exportación de componentes cuánticos, subrayando la importancia estratégica de este desarrollo.
Con Willow, Google no solo avanza en la computación cuántica, sino que también pone sobre la mesa preguntas que desafían nuestra comprensión del universo. ¿Podría este chip ser la clave para confirmar que vivimos en un multiverso? Por ahora, las posibilidades son infinitas.