Granos gruesos 2025/26: precios en alza, demanda firme y clima como principal desafío

Los precios de soja y maíz para la campaña 2025/26 muestran un repunte impulsado por la firme demanda internacional, el reciente acuerdo China–EE.UU. y la baja de tasas en Estados Unidos. En Argentina, la mejora del escenario macro y la reducción de costos animan al sector, aunque el clima se perfila como el principal factor de riesgo.

El negocio de los granos gruesos para la campaña 2025/26 se encamina hacia un escenario más favorable, apoyado en precios en recuperación y señales positivas tanto en el frente internacional como en el local. En los últimos días, las cotizaciones de soja y maíz —tanto disponibles como a cosecha 2026— registraron subas, en parte debido a la reticencia de los productores a vender con cultivos aún en etapas vegetativas, lo que dificulta a la exportación y la industria la originación de mercadería.

A esto se suma el impulso externo generado por la mayor demanda de subproductos de soja, principalmente harina, y por el acuerdo comercial entre China y Estados Unidos. El USDA confirmó compras por más de un millón de toneladas, fortaleciendo la expectativa de un flujo comercial sostenido durante 2026.

Otro factor clave es la reducción de 25 puntos básicos en las tasas de interés de la Reserva Federal estadounidense, que debilitó al dólar y mejoró el poder de compra de los importadores de commodities. Las tasas continuarían descendiendo en los próximos meses, configurando un contexto aún más propicio para los granos.

Además, los precios internacionales venían de niveles históricamente bajos, lo que abre espacio para una recuperación salvo que el hemisferio norte registre una campaña excepcional, combinación que podría presionar las cotizaciones.

Un escenario local que acompaña

En Argentina, el clima político y económico también suma optimismo. Tras las elecciones, se observan bajas en las tasas, alivio impositivo y expectativas de cambios en los Derechos de Exportación. Con mayor certidumbre, los productores vuelven a enfocarse en decisiones técnicas y de gestión, apuntando a eficiencia y rentabilidad.

Sin embargo, el clima sigue siendo la mayor incógnita: excesos de lluvia y demoras complicaron la siembra de maíz temprano, que pasó de representar el 45% al 40% del área total prevista. A la vez, los incentivos del programa de retenciones cero y las relaciones insumo/producto favorables impulsaron la compra de insumos, especialmente bajo esquemas de canje de granos.

Cómo se proyectan las superficies

Las primeras tendencias muestran incrementos significativos en girasol —más del 15%— y en maíz, cerca del 10%, según la consultora AZ-Group. Con precios cercanos a los 300 dólares y una posible producción récord, el girasol aparece como una de las alternativas más rentables, siempre que el clima acompañe. Se recomienda avanzar con ventas anticipadas para evitar la baja estacional de cosecha.

El maíz ya supera el precio objetivo de muchos productores (180 dólares), y su evolución dependerá del consumo interno, con expectativas en feedlots, avicultura y porcicultura superiores a las del año pasado.

La soja, en cambio, mostraría una reducción de área, aunque podría recuperarla ante demoras de siembras alternativas. Con un precio que superó los 300 dólares y tocó 315, ya se vendieron 4 millones de toneladas, muy por encima del ciclo previo, lo que anticipa una mayor estabilidad de precios a corto plazo.

En sorgo, se espera una caída del 15% tras la campaña excepcional que desplazó parte del maíz por el riesgo de chicharrita.

Conclusión

Con factores macro e internacionales alineados, mejores relaciones insumo/producto y un mercado más activo, la campaña 2025/26 de granos gruesos se perfila favorable. El único gran interrogante será la evolución climática, que ya muestra contrastes entre zonas con excesos hídricos y otras con buena disponibilidad de humedad.

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