La industria manufacturera argentina volvió a mostrar debilidad en agosto y encendió señales de estancamiento durante la gestión de Javier Milei, según un informe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL).
El relevamiento indicó una caída interanual del 1,2% y advirtió que el sector podría estar ingresando en una nueva fase recesiva. Entre los rubros más golpeados se destacan la producción automotriz, los minerales no metálicos, las autopartes y el cemento, que encadenó su segunda baja consecutiva en despachos.
La industria metalúrgica también mostró un retroceso: el indicador de ADIMRA registró una baja interanual del 6,1% y del 2,3% frente a julio, con caídas más profundas en autopartes (-12,6%), fundición (-14,4%) y bienes de capital (-8,1%). En total, el sector se mantiene 17% por debajo de sus niveles históricos máximos.
De acuerdo con FIEL, la industria ya estaría transitando su fase recesiva número 12 desde 1980, con una contracción acumulada del 6% en los últimos meses. Aunque en agosto la producción desestacionalizada repuntó un 1% tras dos meses de caídas, el rebote no alcanza para revertir la tendencia.
En paralelo, otros informes privados, como el de Orlando Ferreres, mostraron diferencias: un crecimiento interanual del 1,7% en agosto y una suba acumulada del 2,5% en 2025. Sin embargo, los economistas coinciden en que la industria sigue golpeada y que no se observan señales de una recuperación sostenida.
Las consultoras advierten que el enfriamiento industrial podría anticipar una recesión más amplia en la segunda mitad del año, marcada por la debilidad del consumo, la falta de inversión privada, las tensiones cambiarias y la incertidumbre política.