El futuro del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) comienza a definirse tras la anulación del decreto 462/2025 que había modificado su funcionamiento. En un encuentro encabezado por el secretario de Agricultura, Sergio Iraeta, el Gobierno y la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias (CEEA) acordaron avanzar en la conformación del nuevo Consejo Directivo y en un proceso de modernización del organismo.
En los próximos días, se publicará en el Boletín Oficial la integración del Consejo, que volverá a incluir representantes del Estado, de las entidades rurales y de las facultades de Agronomía y Veterinaria. Desde la Federación Agraria Argentina, su presidenta Andrea Sarnari resaltó que el objetivo es que el INTA recupere su papel de “espacio de innovación con participación de todos”.
El concepto de “recuperar la gobernanza” fue el eje del debate. Las entidades rurales coincidieron en que el organismo debe actualizarse frente a los desafíos actuales del agro. Lucas Magnano (Coninagro) subrayó la necesidad de hacerlo más eficiente y adaptado a nuevas tecnologías, mientras que el titular de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino, destacó al INTA como “estratégico para la transferencia de conocimiento y tecnología al campo argentino”.
Aunque todavía no se confirmó el regreso de programas como ProHuerta o Cambio Rural, existe expectativa de que vuelvan a ponerse en marcha tras la normalización institucional. El Gobierno adelantó que también se avanzará en la designación de las principales autoridades para completar la conducción.
La coincidencia entre el Ejecutivo y la Mesa de Enlace es clara: poner en marcha un INTA moderno, eficiente y alineado con las demandas de la producción agropecuaria.