La inflación en Argentina mostró signos de desaceleración durante la segunda semana de noviembre, según analistas del mercado, y se proyecta que el mes podría cerrar con un índice de precios al consumidor (IPC) inferior al 2,7% registrado en octubre. Sin embargo, los próximos ajustes en las tarifas de servicios públicos se perfilan como un factor que podría generar tensiones en los meses venideros.
De acuerdo con las principales consultoras, los bienes —que representan aproximadamente el 70% de la canasta que mide el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec)— están mostrando un comportamiento más alineado con el ritmo del dólar oficial, situado en torno al 2% mensual. Esta tendencia refleja una moderación en los aumentos de precios en rubros clave como alimentos y productos de consumo masivo.
El impacto potencial de las tarifas en el IPC
A pesar de este panorama alentador, los reajustes previstos en las tarifas de servicios básicos, como energía eléctrica, gas y transporte, podrían agregar presión inflacionaria en el corto plazo. Los especialistas advierten que estas subas representan un desafío para el Gobierno, que deberá «administrar» su impacto en el IPC para evitar que la desaceleración observada en noviembre sea solo un fenómeno transitorio.
Según estimaciones de economistas consultados, los aumentos en los servicios podrían aportar varios puntos porcentuales al índice general en los próximos meses, dependiendo de la magnitud y el momento en que se implementen. Este escenario plantea interrogantes sobre cómo se equilibrará la necesidad de ajustar tarifas rezagadas con el objetivo de mantener el control sobre la inflación.
Factores detrás de la moderación inflacionaria
El enfriamiento en el ritmo inflacionario de los bienes se explica, en parte, por una estabilidad relativa en el tipo de cambio oficial y una menor presión en los costos internos de producción. No obstante, el impacto acumulativo de los ajustes salariales y el comportamiento de los mercados internacionales podrían jugar un rol en la evolución futura de los precios.
«Vemos que los precios están ajustando a un ritmo más moderado, en línea con la dinámica cambiaria», señaló un analista económico. Sin embargo, advirtió que «la inflación núcleo sigue siendo elevada y los servicios podrían alterar la tendencia positiva de los últimos dos meses».
Desafíos para el Gobierno
El Gobierno enfrenta la difícil tarea de mantener la inflación bajo control en un contexto de restricciones fiscales y una economía que todavía busca recuperar su dinamismo. Además, deberá gestionar el descontento social que podrían generar las subas tarifarias, especialmente en un escenario de salarios que no han recuperado totalmente su poder adquisitivo.
Mientras tanto, el mercado seguirá atento a las cifras oficiales y las políticas que implemente la administración para contener el impacto de los reajustes en el IPC. En este marco, noviembre podría marcar un punto de inflexión que determine si la tendencia de desaceleración inflacionaria logrará sostenerse en los próximos meses.