En el marco de una jornada que reunió a toda la cadena láctea y contó con la presencia del gobernador y autoridades provinciales, la Cámara de Productores Lecheros de Entre Ríos destacó el avance tecnológico del sector, el trabajo conjunto con Santa Fe y Córdoba y la necesidad de incorporar innovación también en las escuelas agrotécnicas.
El sector lácteo entrerriano vive un momento de transformación. Así lo expresó Sergio Borré presidente CAPROLER, representante de la Cámara de Productores Lecheros de Entre Ríos, durante una importante jornada provincial que reunió a productores, empresas, autoridades y entidades vinculadas a la actividad.
“Estamos en el quiebre tecnológico de los tambos, pero en el buen sentido. La nueva generación ya trabaja con robots de ordeñe. La tecnología llegó para quedarse y está cambiando la forma de producir”, afirmó.
El dirigente valoró la presencia del gobernador, ministros e intendentes, a quienes agradeció por el acompañamiento al sector:
“Es muy importante que la política esté presente, que escuche y entienda las problemáticas de la lechería. Hemos tenido diálogo y, aunque no todos los temas se resolvieron, vemos predisposición para desarrollar la actividad”, señaló.
Sergio destacó además el trabajo conjunto con las cámaras de Santa Fe y Córdoba, dentro de la región centro, con el objetivo de potenciar la cadena láctea de manera integrada. “No hay que trabajar de forma individual, sino todos juntos: productores, industria y Estado. Así gana toda la sociedad, porque lo que producimos es alimento para la Argentina y el mundo”, remarcó.
En cuanto al avance tecnológico, el dirigente subrayó que la incorporación de robots de ordeñe y herramientas digitales ya es una realidad en muchos establecimientos:
“Mi padre ordeñaba a mano, hoy hay tambos robotizados. Los créditos para tecnología se agotaron, eso demuestra que el tambo sigue siendo rentable y genera mano de obra”, sostuvo.
Finalmente, hizo hincapié en la importancia de acercar la tecnología a las escuelas agrotécnicas y universidades, para preparar a los futuros profesionales del sector:
“Las escuelas son el semillero de la lechería. Queremos que los chicos aprendan con las herramientas que ya usamos en los tambos. Hoy se puede manejar un potrero o monitorear un robot desde el celular”, explicó.
El representante de la Cámara cerró con un mensaje de optimismo:
“El futuro de la lechería está en nuestras manos. No debemos quedarnos en los problemas del día a día, sino mirar hacia adelante, incorporar tecnología y seguir produciendo alimentos con valor agregado.”
