La soja profundizó su tendencia bajista en el mercado de Chicago y alcanzó los valores más bajos de las últimas siete semanas. En la plaza argentina, en cambio, la baja externa todavía no se traslada a los precios, con escasa operatoria, productores cautelosos y el mercado atento a definiciones climáticas y económicas.
Los precios de la soja continúan bajo presión en el plano internacional. En la última rueda del Chicago Board of Trade (CBOT), los futuros de la oleaginosa registraron nuevas caídas y llevaron a las posiciones más cercanas a ubicarse en los niveles más bajos de las últimas siete semanas, consolidando un escenario de debilidad para el complejo sojero.
El mercado encuentra sustento bajista en varios factores. Por un lado, la menor demanda china, que viene mostrando un ritmo de compras inferior al esperado, limita cualquier intento de recuperación de los precios. Por otro, la falta de definiciones claras en Estados Unidos sobre el futuro de los mandatos de biocombustibles reduce las expectativas de mayor consumo de aceite de soja.
A este contexto se suma la evolución de la campaña sudamericana. Las proyecciones de una buena cosecha en Brasil y condiciones climáticas, por ahora favorables en amplias zonas productivas de Argentina, refuerzan la percepción de una mayor oferta global para los próximos meses, presionando aún más a los valores internacionales.
En el mercado físico argentino, la reacción sigue siendo limitada. Las ofertas por soja disponible y para entrega diferida se mantienen prácticamente estables, con leves ajustes que no reflejan en su totalidad las bajas de Chicago. La operatoria continúa siendo reducida y predominan las decisiones defensivas por parte de los productores.
Desde el sector comercial señalan que la incertidumbre macroeconómica y cambiaria, sumada a los costos productivos y a la necesidad de preservar capital de trabajo, lleva a muchos productores a postergar ventas a la espera de mejores condiciones. En este escenario, la plaza local muestra un desacople temporal respecto del mercado internacional.
Con la campaña avanzando y el clima como factor clave en las próximas semanas, el mercado seguirá atento a la evolución productiva y a posibles señales de la demanda externa. Mientras tanto, la soja continúa presionada en Chicago y el mercado argentino permanece en modo de espera.
