Litio: la fiebre del «oro blanco»

En el noroeste de Argentina, la carretera hacia el Altiplano zigzaguea a una vertiginosa altitud de 4.000 metros. Es un paisaje de colosales farallones de lava, conos volcánicos y profundos barrancos.

Los cactus gigantes sobresalen de las grietas de las rocas y se alzan hacia la inmensidad del cielo azul.

Unas asustadizas vicuñas, parientes de la llama, se alejan del tráfico con sus endebles extremidades. Y sobre la cresta de la montaña se ve una vasta y cegadora extensión de algo mágicamente blanco: la cuenca rica en litio de Salinas Grandes y la Laguna de Guayatayoc.

El cartel hecho a mano que da la bienvenida a los visitantes no deja lugar a dudas: «No al litio».

Argentina, junto a Bolivia y Chile, tiene una de las mayores reservas mundiales de litio.

Compartir

Share on facebook
Share on twitter
Share on whatsapp

SUSCRÍBETE A NUESTRO BOLETÍN