El foco en esta ocasión estuvo puesto en la incertidumbre que abre este nuevo escenario
El temor a una escalada de represalias llevó a una caída generalizada en los mercados bursátiles, una suba del oro y una fuerte volatilidad en las cotizaciones de granos en Chicago. Mientras el maíz logró mantenerse con leves alzas por la exclusión de su principal comprador, la soja lideró las bajas ante el temor de nuevas trabas comerciales.
Este comportamiento se da a pesar de una baja temporal en las retenciones, lo que refleja la cautela del mercado frente a un contexto incierto.
Por su parte, las importaciones de soja desde Paraguay, clave para el abastecimiento industrial argentino, también mostraron señales de debilidad.
En el primer trimestre del año ingresaron 1,56 millones de toneladas, un 15% menos que el promedio del último bienio.

A la caída de la producción paraguaya se sumaron complicaciones logísticas en la hidrovía, especialmente por los sedimentos acumulados en el río Bermejo que dificultan el tránsito de barcazas.
En cuanto al maíz, el informe destacó una normalización de los precios tras el pico exportador de los últimos meses.
A finales de enero, el cereal llegó a cotizar al 72% del valor de la soja, un máximo estacional que no se registraba en más de una década.
En paralelo, el trigo mostró una dinámica dispar: si bien las exportaciones siguen retrasadas, la industria local se mantuvo muy activa, alcanzando el mayor volumen de compras en diez años para el primer cuatrimestre de la campaña.
A manera de conclusión, especialistas de la Bolsa de Comercio de Rosario, manifiestan que: «hay una mirada atenta al impacto potencial de las represalias internacionales», aseguraron.