Los autos chinos desembarcan en Argentina: modelos, marcas y precios que prometen revolucionar el mercado

Con una oferta cada vez más amplia, moderna y competitiva, las marcas chinas de autos ganan terreno en Argentina. Atraen por sus precios accesibles, tecnología de punta y garantías extendidas. ¿Qué modelos llegan, cuánto cuestan y por qué están en boca de todos?

En los últimos años, China se consolidó como el principal productor mundial de autos, y su influencia ya se siente con fuerza en el mercado argentino. Marcas como Chery, DFSK, JAC, Great Wall, Haval, BAIC y Jetour comenzaron a ocupar un lugar creciente en los concesionarios locales, con una propuesta basada en precios competitivos, diseños modernos y un equipamiento que sorprende.

Una de las claves del desembarco chino en Argentina es su relación precio-producto. Modelos SUV como el Chery Tiggo 2 Pro, el JAC JS4 o el Haval Jolion se ofrecen a precios que arrancan cerca de los US$ 18.000 a US$ 25.000 (al dólar oficial para importaciones), valores muy por debajo de sus competidores de marcas tradicionales. Además, algunos vehículos eléctricos como el Changan E-Star y el Wuling Air EV prometen transformar el acceso a la movilidad sustentable, con precios que comienzan en torno a los US$ 15.000, posicionándose como los eléctricos más baratos del país.

Las marcas chinas también hacen foco en el equipamiento tecnológico y la seguridad. Muchos modelos incluyen de serie pantallas táctiles, sensores de estacionamiento, cámaras 360°, control de estabilidad y asistentes a la conducción, equipamiento que suele estar reservado a versiones premium en otras marcas.

Además, ofrecen garantías extensas, que en algunos casos llegan hasta los 7 años o 150.000 km, algo inusual en el mercado argentino. Esta política apunta a construir confianza en un consumidor que, hasta hace poco, veía con escepticismo los productos de origen chino.

Detrás de este fenómeno hay también un cambio en la percepción global de la industria automotriz china. Con importantes inversiones en tecnología, asociaciones con marcas europeas y un enfoque en la movilidad eléctrica, los autos chinos ya no se perciben como una opción de bajo costo sin calidad, sino como una alternativa real y en crecimiento.

En un contexto económico desafiante y con un consumidor argentino cada vez más exigente, los autos chinos llegan para democratizar el acceso a la tecnología y renovar el parque automotor. Si bien aún tienen camino por recorrer en materia de postventa y red de servicios, todo indica que no son una moda pasajera, sino una tendencia que llegó para quedarse.

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