El sector de maquinaria agrícola acumuló ventas por $2 billones y casi 13.000 unidades entre enero y septiembre de 2025, superando levemente los niveles de 2024. Sin embargo, el tercer trimestre mostró un freno significativo tanto en volumen como en facturación, marcado por la incertidumbre macroeconómica y la cautela inversora. Los datos del INDEC permiten trazar un panorama mixto sobre la industria.
La maquinaria agrícola argentina cerró los primeros nueve meses de 2025 con señales de recuperación, aunque con un freno marcado en el tercer trimestre que reabrió interrogantes sobre el dinamismo del sector. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), entre enero y septiembre la facturación ajustada a precios constantes alcanzó los $2 billones, apenas 0,1% por encima del mismo período del año pasado, pero todavía 4,8% por debajo del promedio de los últimos cinco años.
En términos de unidades, se comercializaron casi 13.000 máquinas, un incremento interanual del 11%, aunque comparado con el historial reciente el nivel sigue siendo bajo: se ubicó 9,5% por debajo del promedio del último quinquenio.
Un año que empezó en alza y se enfrió en el tercer trimestre
Tras un 2024 que marcó mínimos históricos —el peor nivel desde 2016— las ventas crecieron en la primera mitad de 2025. Pero el tercer trimestre revirtió la tendencia:
- Las unidades comercializadas cayeron 10,6% interanual y quedaron 17,6% por debajo del promedio.
- La facturación trimestral fue de $691.805 millones, una caída real del 19,5% interanual y 11,6% por detrás del promedio quinquenal.
La volatilidad cambiaria previa al proceso electoral, la suba de tasas y la incertidumbre macroeconómica generaron un clima de mayor cautela en la toma de financiamiento, un factor clave para un mercado altamente dependiente del crédito productivo.
Cómo viene el cierre del año
Los datos recientes de ACARA aportan más señales de desaceleración: en octubre y noviembre se patentaron 1.052 unidades, un descenso del 17,2% respecto de los mismos meses de 2024. No obstante, con el fin del ciclo electoral y un escenario económico más estable, el sector mira con expectativas una cosecha que podría traer más actividad e inversión.
Producción nacional vs. importaciones
Según INDEC, alrededor del 84% de las máquinas vendidas fueron de producción nacional. Sin embargo, la proporción de importadas creció 7 puntos porcentuales respecto del promedio de los últimos años, alcanzando su mayor nivel desde 2019.
El dato debe tomarse con cautela: el organismo estadístico tiene limitaciones por secreto estadístico en sembradoras, tractores y cosechadoras, lo que dificulta una precisión exacta.
En este contexto, CAFMA avanza con el desarrollo de la marca sectorial AGRINOVA, diseñada para certificar qué máquinas cumplen con los criterios de fabricación nacional y con los niveles de contenido importado permitidos:
- 40% para implementos,
- 45% para equipos autopropulsados,
- 50% para tecnología de agricultura de precisión.
Qué se vendió: radiografía por tipo de maquinaria
Implementos – 44% del total
- 5.730 unidades, +22% interanual.
- 5% por debajo del promedio.
- Facturación: $584.000 millones, +24% real.
Tractores – 39% del mercado
- 5.126 unidades, +1% interanual.
- 10% por debajo del promedio.
- Facturación: $708.600 millones, -13% real.
Sembradoras – 11% del total
- 1.398 unidades, -4% interanual.
- 16% por debajo del promedio.
- Facturación: $339.100 millones, -10% real.
Cosechadoras – 6% del mercado
- 741 unidades, +46% interanual.
- 15% por encima del promedio.
- Facturación: $423.900 millones, +28% real.
Perspectivas
La industria de maquinaria agrícola enfrenta un escenario dual: por un lado, mejores perspectivas productivas y futuras condiciones financieras más favorables; por el otro, un freno reciente que expone la sensibilidad del sector ante la volatilidad económica. De cara a 2026, la estabilidad macro y la recuperación de márgenes agrícolas serán claves para consolidar la reactivación.