Mientras el presidente argentino Javier Milei participa en el Foro de Davos, ganando elogios de The Wall Street Journal como una «estrella de la derecha global», su ministro de Economía, Luis Caputo, trabaja en Buenos Aires para cerrar un acuerdo con el FMI por 11 mil millones de dólares. Este préstamo busca reforzar las reservas y eliminar el cepo cambiario, una promesa clave de la gestión ultraliberal.
Caputo explicó que no viajó a Suiza debido a reuniones con el FMI, la licitación por adhesión anunciada recientemente y otras medidas en preparación desde la Secretaría de Comercio. «Será una semana de trabajo intenso», comentó en su cuenta de X. Además, se negocian préstamos con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), la CAF y otras fuentes internacionales.
En enero, el Gobierno cerró un crédito REPO con cinco bancos, y Milei ha reiterado que la asistencia financiera permitirá levantar el cepo este mismo año. Sin embargo, el FMI exige una estrategia creíble para desmantelar los controles cambiarios y mayor flexibilidad en la política monetaria, cuestiones en las que aún hay desafíos.
Durante su primer año, el gobierno de Milei logró un superávit financiero del 0,3% del PBI, eliminó la emisión monetaria y recortó el gasto público en un 30%. A pesar de estos avances, el Banco Central sigue con un saldo neto negativo de 6.000 millones de dólares y no se alcanzó la meta de reservas establecida.
En Davos, Milei dará un discurso sobre sus políticas económicas y su relación con figuras como Donald Trump y Giorgia Meloni. Según The Wall Street Journal, Milei se ha consolidado como un referente de la derecha global gracias a medidas como el despido de 36.000 trabajadores públicos, el cierre de ministerios como el de Mujeres, Géneros y Diversidad, y la reducción drástica de subsidios.
El diario destacó su enfoque agresivo para recortar la burocracia y el gasto público heredado de la administración anterior, calificando su gestión como un modelo de desregulación para otros líderes conservadores.