El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) oficializó una modificación clave en el plan de vacunación contra la fiebre aftosa que comenzará a aplicarse en 2026. La medida apunta a optimizar el control sanitario, reducir costos y simplificar procesos para los productores ganaderos.
Según la Resolución N° 711/2025, en la segunda campaña de vacunación del próximo año dejarán de inocularse vaquillonas, novillos, novillitos y toritos. Este cambio permitirá prescindir de unas 14 millones de dosis, lo que representa un ahorro estimado de 22 millones de dólares para el sector.
A su vez, los establecimientos de engorde a corral estarán exceptuados de participar en la primera campaña, debiendo vacunar únicamente en la segunda. Con esta adecuación, se eliminarán casi 2 millones de dosis adicionales, generando un ahorro cercano a 3 millones de dólares.
En total, la nueva estrategia significará una reducción de 16 millones de dosis de vacuna antiaftosa y un beneficio económico global de alrededor de 25 millones de dólares, sin comprometer la sanidad animal ni la apertura de mercados internacionales. Entre los beneficios adicionales destacan la disminución del estrés en los animales, la prevención de pérdidas reproductivas y de peso, así como una menor merma en frigoríficos.
Desde Senasa remarcaron que la inmunidad de los rodeos queda garantizada, ya que la segunda dosis protege a los animales por un período de un año. Además, el esquema se alinea con las prácticas sanitarias vigentes en países vecinos como Uruguay y Paraguay.
Como parte de la modernización del sistema, también se pondrá en marcha un nuevo modelo de acta de vacunación integrado en el Sistema de Gestión Sanitaria (SIGSA). El registro estará disponible en versión digital a través de la aplicación SIGSA App, lo que permitirá agilizar los trámites y mejorar la trazabilidad.