Pintura refrigerante: crean un recubrimiento capaz de bajar la temperatura y producir agua dulce

Un equipo de investigadores australianos desarrolló un recubrimiento poroso que refleja hasta el 92 % de la luz solar, mantiene los techos varios grados más fríos y genera agua dulce por condensación.

Un proyecto conjunto entre científicos de la Universidad de Sídney y la startup Dewpoint Innovations podría transformar la forma en que las ciudades enfrentan el calor extremo y la escasez de agua. El equipo desarrolló una pintura refrigerante basada en un polímero fluorado PVDF-HFP que refleja cerca del 90 % de la luz solar y mantiene las superficies hasta 6 °C más frías incluso bajo radiación directa.

El avance no solo promete reducir el consumo energético en edificios, sino también producir agua dulce de manera pasiva. La profesora Chiara Neto, autora principal del estudio publicado en Advanced Functional Materials, destacó que esta tecnología sienta las bases para fuentes de agua descentralizadas, de bajo costo y sostenibles, claves ante el cambio climático y la creciente escasez hídrica.

Cómo funciona el recubrimiento

El polímero logra un efecto conocido como refrigeración pasiva radiativa diurna (PDRC). Su estructura altamente nanoporosa le otorga una reflectividad del 92 %, evitando el calentamiento solar y permitiendo que emita radiación térmica hacia la atmósfera. Al estar en contacto térmico con el espacio exterior —a unos –270 °C— la superficie puede mantenerse entre 3 y 6 °C por debajo de la temperatura ambiente, suficiente para condensar vapor de agua del aire.

Este fenómeno permite que la pintura funcione como una fuente pasiva de agua dulce, similar a cómo se forman gotas en un espejo tras una ducha caliente.

Resultados del estudio

Durante seis meses de ensayos en el Sydney Nanoscience Hub, la pintura demostró un rendimiento notable:

  • Producción de hasta 390 ml de agua por m² al día.
  • En paneles de 12 m² generó agua suficiente para cubrir las necesidades diarias de una persona.
  • Reducción de más de 25 °C respecto a superficies negras.
  • Mejor comportamiento térmico que materiales convencionales de techos claros.

Además, contribuye a mitigar el efecto isla de calor urbano, que puede elevar la temperatura en las ciudades hasta 10 °C por encima de las zonas rurales.

Usos potenciales

La versatilidad del recubrimiento abre puertas en distintos sectores:

  • Agricultura: aporte de agua para animales y riego.
  • Energía: apoyo en la producción de hidrógeno verde por electrólisis.
  • Construcción: reducción del consumo eléctrico en climatización.

Su carácter drop-in permite aplicarlo sin modificaciones estructurales, lo que facilita su adopción en edificaciones existentes.

Camino hacia la comercialización

El próximo paso será escalar la producción. Según Neto, ya existe un prototipo de pintura para techos fríos con características refrigerantes similares, pero diseñado con materiales más económicos y aptos para fabricación masiva. Se trata de una pintura base acuosa con costos comparables a los de otras de alta calidad para exteriores.

Pruebas adicionales se realizarán en climas mediterráneos y regiones con alta formación de rocío nocturno para evaluar su rendimiento en distintos contextos.

Con una combinación de eficiencia térmica, generación de agua dulce y facilidad de aplicación, la pintura refrigerante australiana se perfila como una solución innovadora ante los desafíos ambientales del siglo XXI.

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