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A partir del 1 de enero, los sueldos de los senadores podrían llegar a $9,5 millones mensuales si no se mantiene el congelamiento de las dietas ni el desenganche con los haberes de los empleados legislativos. Aunque la diputada Victoria Villarruel intentó incluir este debate en el Senado, la propuesta no fue tratada.
La vicepresidenta advirtió que los legisladores deben “estar a la altura” y mantener congeladas las dietas, pero el recinto sigue cerrado y no se convocaron sesiones extraordinarias, lo que impide tomar decisiones al respecto.
En agosto, los senadores aprobaron un desenganche temporal para frenar los aumentos, pero esa medida caducará el 31 de diciembre. Desde entonces, las dietas volverán a estar vinculadas a los incrementos salariales del personal legislativo, que este año tuvieron un ajuste del 6% entre septiembre y diciembre.
El tema sigue generando fuertes críticas, lideradas por el presidente Javier Milei, y se espera que haya definiciones administrativas en los próximos días.
