Por qué los bancos líderes de Argentina pierden millones pese al carry trade y las tasas altas

La combinación de políticas más restrictivas del BCRA, mayor volatilidad en los bonos y el endurecimiento macroeconómico golpeó los balances del tercer trimestre, incluso en las entidades más grandes del país.

El 2024 había comenzado con un fuerte optimismo para el sistema financiero argentino. El combo de tasas elevadas, un mercado de pesos dinámico y el atractivo de los instrumentos ajustados por CER parecía garantizar un año de resultados sólidos para los bancos. Sin embargo, esa tendencia se quebró abruptamente en el tercer trimestre.

Con la economía enfriándose, el Banco Central aplicó medidas más restrictivas y los títulos públicos —clave para la posición financiera de los bancos— atravesaron un período de marcada volatilidad. El impacto fue directo y profundo: las principales entidades del país registraron pérdidas significativas, un escenario inesperado para analistas y operadores que venían proyectando balances estables.

Aunque el deterioro no afectó a todos los bancos por igual, los informes difundidos en la City porteña ya anticipaban que se avecinaba un período complejo. Las cifras finalmente confirmaron esas advertencias: el sistema bancario quedó bajo tensión, con cada entidad enfrentando presiones distintas según su cartera de inversiones, su exposición al CER y su dependencia del negocio financiero.

Los especialistas coinciden en que el sector deberá atravesar meses de alta incertidumbre, en un contexto donde la política monetaria, la inflación y la dinámica del mercado de deuda siguen siendo los factores determinantes para su rentabilidad futura.

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