El consumo de carnes en Argentina sigue mostrando fortaleza a pesar de los aumentos de precios que superan la inflación. Según datos de la Secretaría de Agricultura, el consumo total asciende a 114 kilos por habitante al año, de los cuales 50 corresponden a carne vacuna, 48 a aviar y el resto a porcina.
Un informe del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) indica que, en términos interanuales, la carne vacuna registró un incremento de 58% en su precio, porcentaje similar al de la carne porcina. En el caso del pollo, la suba fue más moderada, aunque en julio experimentó un salto mensual del 4%.
La suba en los precios de la hacienda también acompañó esta tendencia. Los valores de novillos, novillitos y vaquillonas categorías destinadas al consumo interno se incrementaron en línea con la carne vacuna, mientras que los de las vacas, orientadas principalmente a la exportación hacia China, mostraron una evolución similar.