El cofundador de Libra, Hayden Davis, explicó en una entrevista lo que, según él, llevó al desplome del token. Mucha gente cree que la caída fue culpa de los propios miembros del proyecto, pero Davis dice que los verdaderos responsables fueron traders automatizados llamados «snipers» y la retirada de apoyo de Javier Milei.
¿Qué son los «snipers» y cómo afectaron a Libra?
En el mundo de las criptomonedas, cuando un nuevo token sale al mercado, hay bots y traders especializados que compran y venden de manera automatizada en cuestión de segundos. A estos se les llama «snipers», y su objetivo es aprovecharse de los cambios bruscos en el precio para sacar beneficios rápidos. Esto provoca que el valor de los tokens suba mucho al principio, pero luego caiga estrepitosamente.
Según Davis, estos «snipers» inyectaron grandes cantidades de dinero en Libra (millones de dólares en segundos), lo que creó una subida inicial. Pero cuando empezaron a vender, el precio se desplomó. El problema es que los creadores del token se enfrentaron a una difícil decisión: ¿debían retirar algo de liquidez para estabilizar el precio o dejar que el mercado hiciera lo suyo?
El papel de Javier Milei en el colapso de Libra
Davis también cree que el verdadero golpe para Libra fue el retiro de apoyo por parte de Javier Milei. Inicialmente, el presidente argentino había promovido el token en sus redes sociales, lo que atrajo a muchos inversores. Pero luego eliminó sus publicaciones y se distanció del proyecto. Esto generó pánico entre los compradores, quienes empezaron a vender en masa, provocando una caída aún mayor en el precio de Libra.
Davis dice que no sabe exactamente por qué Milei decidió retirar su apoyo, pero cree que pudo haber sido por presiones políticas o miedo a la reacción pública.
¿Fue Libra una estafa?
Algunos han acusado a los creadores de Libra de haber hecho un «rug pull», una estafa en la que los desarrolladores abandonan el proyecto y se llevan el dinero de los inversores. Pero Davis niega esto y asegura que todavía hay millones de dólares bloqueados en el sistema, esperando ser usados para tratar de arreglar la situación.
Al final, según Davis, Libra no fue una estafa, sino «un plan que salió terriblemente mal».