Por primera vez en la historia reciente, los embarques de soja para un mes de noviembre superaron las 2 millones de toneladas. El salto exportador, impulsado por la mejora en la comercialización y la fuerte demanda de China, llevó el acumulado anual a 11,25 Mt, el segundo registro más alto del siglo. En contraste, el maíz mantiene un ritmo de exportación en mínimos de 16 años.
Desarrollo de la noticia
La exportación de poroto de soja registró en noviembre un desempeño excepcional. Según datos preliminares de NABSA y un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el volumen embarcado en lo que va del mes superó las 2 millones de toneladas, un valor cinco veces superior al promedio del último decenio.
Este impulso llevó el acumulado anual a 11,25 Mt, el segundo mayor nivel del siglo, solo por detrás del ciclo 2014/15. China se consolidó como comprador casi exclusivo, representando el 94% de los envíos.
Diversos factores explican esta dinámica. Del lado de la oferta, la baja temporal de los derechos de exportación (DEX) y su eliminación transitoria en septiembre actuaron como un fuerte incentivo para productores y exportadores, acelerando la comercialización y las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE). Por el lado de la demanda, el cambio en la estrategia de compras de China, que redujo su dependencia de Estados Unidos y fortaleció la adquisición en Argentina y Brasil, convalidó los mayores volúmenes disponibles.
Avance de la siembra de soja
Al 13 de noviembre, la siembra de soja alcanza el 15% del área proyectada por la Secretaría de Agricultura y registra un retraso de 10 puntos porcentuales respecto del año pasado.
En Buenos Aires, los excesos hídricos limitaron la superficie implantada, mientras que en otras provincias las lluvias ofrecieron mejores condiciones de humedad. No obstante, se observa una emergencia más lenta de lo habitual y un recorte en el área de soja temprana, que cede espacio al maíz y, en menor medida, al girasol.
Maíz: exportaciones en mínimos de 16 años
Mientras la soja muestra un desempeño extraordinario, el maíz atraviesa un escenario opuesto. Las descargas hacia los puertos del Gran Rosario se encuentran en los niveles más bajos en 15 años y, desde marzo, solo se despacharon 15,2 Mt. Para noviembre no se espera superar 1,2 Mt, aproximadamente la mitad del volumen exportado un año atrás.
En lo que va de 2025, el ritmo exportador es 24% menor que el de años con oferta similar y se ubica en mínimos de 16 años si se consideran las exportaciones sobre producción. Sin embargo, los stocks internos son los más bajos en cuatro años, con 14,3 Mt, lo que muestra un fuerte dinamismo del consumo interno, especialmente por el engorde a corral, que explica alrededor del 30% del uso total del cereal.
La BCR ajustó a la baja la proyección de exportaciones finales de maíz para 2024/25, pasando de 33,5 Mt a 32 Mt, mientras eleva las estimaciones de consumo animal. Aunque esta mayor demanda compensa parcialmente el bajo ritmo de embarques, los stocks finales superarían las 5 Mt, más de 2 Mt por encima del promedio.
Todo esto ocurre en un contexto donde el mercado ya anticipa una cosecha récord para 2025/26, que podría superar las 60 Mt.