En la primera jornada del Congreso Internacional de Maíz, los ministros de las provincias que integran la Región Centro —Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos— coincidieron en la necesidad de alcanzar acuerdos políticos que fortalezcan al sector agroindustrial. Los ejes centrales fueron la infraestructura, una nueva ley de biocombustibles y la revisión de los derechos de exportación.
l panel, titulado “Público-Privado” y moderado por el periodista Héctor Huergo, reunió a Gustavo Puccini (ministro de Desarrollo Productivo de Santa Fe), Sergio Busso (ministro de Bioagroindustria de Córdoba) y Guillermo “Willy” Bernaudo (ministro de Desarrollo Económico de Entre Ríos). Los tres destacaron que el actual contexto representa una oportunidad para impulsar consensos con respaldo del Congreso Nacional.
Bernaudo remarcó que Entre Ríos viene de atravesar un brote de influenza aviar que afectó las exportaciones de pollo y recordó que, tras la eliminación de retenciones al maíz en 2016, la producción porcina y avícola creció en la provincia. En este sentido, cuestionó que las carnes de pollo y vacuno todavía estén alcanzadas por derechos de exportación, lo que limita la competitividad.
Desde Santa Fe, Puccini destacó que el maíz implica inversiones cercanas a 6.000 millones de dólares, una cifra muy superior a lo contemplado en el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). Señaló que mientras se otorgan beneficios a sectores como la minería, petróleo y gas, la agroindustria continúa enfrentando retenciones, lo que representa una contradicción.
Por su parte, Busso rescató la necesidad de equilibrar la participación del Estado y el mercado, citando la frase de Willy Brandt: “tanto mercado como sea posible y tanto Estado como sea necesario”. Además, valoró la reciente reducción de retenciones anunciada por el presidente Javier Milei en la Exposición Rural, pero subrayó que todavía se trata de tributos distorsivos que frenan el potencial productivo.