La cuarta edición del Congreso Internacional del Maíz tuvo su segunda jornada en Rosario, donde la Sala Syngenta cerró con una charla clave: “¿Es rentable hacer maíz?”. El encuentro estuvo moderado por Sebastián Senesi, magíster de FAUBA, quien planteó la necesidad de analizar no solo la rentabilidad actual del cultivo, sino también los recursos, conocimientos y herramientas tecnológicas que demanda el negocio.
En este marco, el economista David Miazzo brindó un análisis sobre el complejo escenario macroeconómico argentino y cómo sus variables repercuten directamente en la producción agrícola. “Se conjugaron tres ruidos en la economía: el desarme de las LEFIs, una menor oferta de dólares y la incertidumbre política, con elecciones y conflictos en el horizonte”, señaló.
Miazzo explicó que hoy el mercado busca un equilibrio entre tipo de cambio y tasas de interés. Con un exceso de pesos circulando, estos se canalizan hacia bienes —presionando sobre la inflación— o hacia dólares, tensionando la cotización cambiaria. “Por eso la tasa termina siendo la alternativa”, apuntó. Además, destacó que la mejora en los precios derivada del tipo de cambio impacta en distintos eslabones de la cadena del agro, como contratistas, fletes y estructuras de costos, aunque advirtió que la tendencia bajista también responde a la liberación de controles y a un escenario de mayor volatilidad.
De esta forma, el debate dejó en claro que la rentabilidad del maíz no depende únicamente de los rindes y costos productivos, sino de un contexto macro que redefine las decisiones de inversión en el campo argentino.