Con una producción récord en el horizonte, el trigo argentino enfrenta una baja cobertura de precios: apenas 2,6 Mt cuentan con valor definido, la mitad de lo habitual para esta época. La tendencia global de sobreoferta y el repliegue de China como importador presionan aún más las cotizaciones.
La campaña 2025/26 de trigo en Argentina arranca con un escenario de contrastes. Mientras se proyecta una cosecha récord cercana a las 23 millones de toneladas, la cobertura de precios avanza con lentitud. A mediados de octubre, solo el 15% de la producción esperada tenía valor fijado, muy por debajo del promedio histórico para esta fecha.
El desinterés en cerrar precios anticipados se explica en gran parte por la caída de las cotizaciones desde julio: los futuros pasaron de 204 a 184 dólares por tonelada, arrastrados por la baja de los valores FOB internacionales. En el mercado físico, las ofertas se mueven entre 180 y 187 dólares, niveles poco atractivos para los productores.
La debilidad de los precios no es un fenómeno aislado. El mercado global de trigo atraviesa un ciclo de fuerte sobreoferta, con una producción récord estimada en hasta 818 millones de toneladas. Exportadores clave como Rusia, Francia y Alemania tuvieron cosechas excepcionales, mientras que China redujo sus compras externas a la mitad respecto del promedio de los últimos años, liberando más oferta al mercado internacional.
En este contexto, Argentina se prepara para aportar hasta 15 millones de toneladas al saldo exportador, cifra que podría igualar el récord de la campaña 2021/22. Sin embargo, la baja cobertura actual expone al productor a una mayor volatilidad y al riesgo de que los precios sigan cediendo en plena cosecha.
