Desde MAIZAR celebramos la decisión de avanzar en la reducción de los derechos de exportación, una política que va en la dirección correcta para liberar el potencial productivo, industrial, exportador y social de toda la cadena del maíz y del sorgo.
MAIZAR viene sosteniendo desde su fundación que las retenciones son un impuesto distorsivo que pone en desventaja a nuestro país frente a sus competidores, que aprovechan esa situación para ganar mercados y posicionarse mejor en las cadenas globales.
La baja de este tributo mejora la rentabilidad de los productores y libera recursos para invertir en nuevas tecnologías y mejorar la productividad.