En agosto, las ventas minoristas de las pymes registraron una caída del 2,6% interanual a precios constantes, según un relevamiento sectorial. Frente a julio, la baja fue del 2,2%, lo que refleja un consumo en retroceso pese al impulso de las fechas comerciales.
En lo que va del año, el balance sigue siendo positivo: las ventas acumulan un crecimiento del 6,2% interanual, lo que representa una mejora respecto al mismo período del 2024. Sin embargo, la percepción empresaria muestra señales de alerta. El 55% de los comercios indicó que su situación económica se mantuvo estable, mientras que un 35% afirmó que empeoró, cinco puntos más que el mes anterior. Mirando al futuro, un 49% espera mejoras en 2026, aunque crece la porción que proyecta un panorama más difícil (9%).
El Día del Niño aportó movimiento desigual según el rubro, con operaciones presenciales predominantes sobre las digitales. La fuerte dependencia de promociones, descuentos y financiamiento marcó el pulso de las ventas. Factores como la incertidumbre macroeconómica, la presión tributaria y las dificultades para invertir condicionaron la planificación de precios y stocks.
Por sectores, el único que logró un desempeño positivo fue Farmacia (+0,2%). En contraste, se observaron bajas en Bazar, decoración y muebles (-10,4%), Perfumería (-8,9%), Textil e indumentaria (-4,8%), Ferretería y materiales de construcción (-1,9%), Alimentos y bebidas (-0,9%) y Calzado y marroquinería (-0,8%).
En síntesis, agosto mostró un consumo moderado, enfocado en productos esenciales y compras pequeñas, con un consumidor cada vez más dependiente de ofertas y planes de pago para sostener su nivel de gasto.