Un rincón serrano que enamora en cada estación, con paisajes de postal, sabores regionales y actividades para todos los gustos.
Ubicado en el corazón del Valle de Traslasierra, Nono es uno de esos destinos que invitan a desconectar y reconectar: con la naturaleza, con la calma, con lo simple. Ya sea en verano, otoño, invierno o primavera, este pueblo cordobés ofrece opciones para escaparse en cualquier momento del año. Te contamos por qué Nono es mucho más que un lugar de paso: es una experiencia.
Naturaleza viva todo el año
Desde los clásicos balnearios como Paso de las Tropas y Los Remansos, ideales para disfrutar del agua cristalina en los días de calor, hasta senderos serranos que se tiñen de ocres en otoño o se cubren de neblina mística en invierno, Nono se transforma pero nunca pierde su encanto. Las sierras chicas y grandes que lo rodean son el escenario perfecto para caminatas, paseos en bici, cabalgatas o simplemente contemplar el paisaje.

Cultura y tradición
Pese a su tamaño, Nono tiene una identidad fuerte, marcada por la hospitalidad de su gente y sus costumbres. El Museo Rocsen, con su colección ecléctica y sorprendente, es una parada obligada para quienes buscan una dosis de cultura. Además, durante todo el año se celebran ferias, fiestas populares y eventos musicales que reúnen a locales y visitantes en una atmósfera cálida y festiva.

Sabores con sello local
Una escapada a Nono no estaría completa sin probar sus sabores. Desde los tradicionales cabritos a las brasas y empanadas criollas hasta propuestas gourmet que revalorizan productos locales como el queso de cabra, los dulces caseros o las cervezas artesanales. Muchos establecimientos ofrecen opciones vegetarianas y menús por estación, ideales para quienes buscan comer rico y consciente.
Alojamiento con alma serrana
Hay propuestas para todos los gustos: cabañas entre pinares, hosterías familiares, complejos con spa y casas de campo que combinan comodidad y contacto directo con la naturaleza. La mayoría de los hospedajes mantienen un estilo rústico que respeta la estética del lugar y ofrece una experiencia auténtica.
Una escapada sin calendario
Lo mejor de Nono es que no necesitás esperar vacaciones largas. Está a unas 3 horas y media de Córdoba capital, lo que lo hace perfecto para una escapada de fin de semana. En invierno podés disfrutar del silencio serrano y la estufa a leña; en primavera, de los ríos que comienzan a recuperar su caudal y los paisajes florecidos. En cualquier época, Nono tiene algo que ofrecerte.