La última encuesta de CREA revela que, pese a la mejora en la macroeconomía y en el índice de confianza del sector, la mayoría de los productores considera que aún no es un buen momento para invertir. Para 2026 se prevé una menor siembra, especialmente de soja, en un escenario condicionado por la incertidumbre económica y los excesos hídricos.
El agro argentino atraviesa una etapa de expectativa e incertidumbre mientras espera definiciones del plan económico de Javier Milei. Según la encuesta de CREA realizada en noviembre a 1.450 productores y 228 asesores, el Índice de Confianza del Empresario Agropecuario (ICEA) mostró una recuperación significativa, alcanzando 67 puntos, similar al nivel de un año atrás.
Sin embargo, la mejora en el clima macroeconómico no se traduce aún en decisiones concretas: solo el 29% de los productores cree que es un buen momento para invertir, mientras que la amplia mayoría sostiene que las condiciones actuales todavía no son favorables.
Menor siembra en 2026
La planificación de la campaña 2025/26 anticipa un reacomodamiento del esquema productivo. Según CREA, habrá un aumento del maíz tardío y crecimientos moderados en girasol y maíz temprano, pero la soja será la más afectada, con la mayor reducción de superficie debido a precios relativos menos atractivos.
Impacto de los excesos hídricos
A la incertidumbre económica se suma el fuerte impacto climático. El informe señala que 29% de los encuestados registra anegamientos, comprometiendo en promedio 24% de la superficie productiva. La provincia de Buenos Aires es la más afectada, con problemas que se extienden a sistemas ganaderos, lecheros, sanitarios y logísticos.
CREA advierte que las proyecciones de siembra podrían modificarse en las próximas semanas según la recuperación —o no— de las áreas actualmente inundadas.
Expectativa ante el nuevo rumbo económico
Ariel Angeli, líder de Investigación y Desarrollo de CREA, explicó que la mejora del ICEA responde a la expectativa de que el ordenamiento macroeconómico permita implementar cambios microeconómicos que mejoren la competitividad del sector y la sostenibilidad de las empresas.
Mientras tanto, el campo se mantiene a la espera de señales claras del nuevo gobierno para definir inversiones y terminar de configurar la campaña 2026.
