Las condiciones llevan a encerrar animales, con sistemas para todas las posibilidades

En la segunda etapa del primer día de las Jornadas Lecheras Nacionales en la inauguración de Todo Láctea 2025 en Esperanza, Santa Fe, se destacó la presentación que hizo Joseph “Joe” Harner, consultor y profesor del Departamento de Ingeniería Biológica y Agrícola de la Kansas State University.

Cuando intentamos definir una instalación, en un sistema para el tambo, “tenemos que pensar en las actividades que tiene que hacer y tener la vaca”, siendo un animal de hábitos repetitivos y teniendo en cuenta sobre todo la necesidad de 12 horas de descanso que tienen que tener los animales

El resto de la jornada en el comportamiento de las vacas demanda tres horas de socialización, mientras que de disponer de elementos, pueden pasar hasta media hora en los diferentes dispositivos de rascado.

El tiempo del día que resta es el que define la sala de ordeño, por lo tanto se pueden destinar 60 minutos para dos extracciones diarias o en el caso de tres extracciones sólo 45 minutos por cada una de las pasadas. 

Harner relevó datos meteorológicos de la provincia de Santa Fe, analizando el estrés térmico que afectó el 60 por ciento de las horas productivas durante todo el año 2024, por lo tanto el encierre es un camino posible y seguro.

Entre compost barn y freestall repasó todas las diferencias y necesidades de cada uno de los sistemas, evaluando sombra, ventilación mecánica y natural, además de su ubicación, callejones, paredes laterales o en los extremos.

Lo que el experto agregó es que “en Estados Unidos no vemos muchos compost barn en tambos grandes, sino en los que tienen menos de cien vacas, por el espacio, el manejo. Los más grandes tienen freestall, porque ponen en su lugar al sistema para que todo funcione”.

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